Santa Catarina Palopó, su huipil y el lago

El huipil que usan las mujeres de Sta Catarina Palopó es de diferentes tonos azul y verde porque Sta. Catarina queda a orillas del lago Atitlán. Al tejerlo de estos colores la mujeres expresan la profunda relación que tienen con el lago.
Existen dos tipos diferentes de huipiles de Sta. Catarina, uno con figuras geométricas y otro con figuras de diversos animales tales como peces, venados, plantas de maíz, patos, pavos reales, mariposas, cangrejos, caballitos de mar, tortugas, buhos, plantas con flores o arañas. El geométrico tiene representaciones de estrellas, caminos, ríos, entre otros.
Las fajas también se tejen en telar de cintura y son un vivo testimonio de la diversa fauna del lugar. A algunas se le agregan mostacillas para que sean más vistosas.
Ambos se tejen en telar de cintura, sin embargo la técnica de tejido del huipil de Sta. Catarina Palopó tiene una particularidad, se teje solo con los dedos, es decir no se utiliza una bobina o guía para formar las figuras, sino que esto se hace enrollando los hilos alrededor de la urdimbre utilizando solo los dedos.
Una tejedora tarda 5 meses en elaborarlo, le lleva dos meses tejer la pieza del centro y un mes y medio cada una de las partes laterales. Al tejer la parte central las mujeres dejan un cuadrado donde se teje la tela lisa porque esa parte será retirada para hacer el cuello del huipil. Se pueden encontrar cuellos bordados a manos con muy diversas puntadas. Estas piezas se unen posteriormente con una sutil costura.
Algunas mujeres de Sta. Catarina añaden un cierre en la parte lateral o en el centro del pecho del huipil para poder amamantar a sus hijos.
Además del huipil y la faja las mujeres usan un corte y un tocado muy llamativo. Este consiste en una pieza rectangular relativamente larga de terciopelo en la que enrollan sus cabellos.
Antiguamente el huipil de Santa Catarina tambièn era color rojo, de una textura y patrones más bien cercanos a los de su vecina localidad San Antonio Palopó. El color lo obtenían de la cochinilla que se traía de México. Cuando se empezaron a usar colores industriales fue cambiando el huipil a color azul por su identificación con el lago.
Manuela es un poco rebelde y se lo puso al revés 🙂